domingo, 25 de enero de 2015

Bases del I Concurso de Poemas de Amor

CONCURSO LITERARIO: POEMAS DE AMOR

Dentro del  Plan de actuación de la Biblioteca del IES Sancti Petri se convoca el I concurso literario de Poemas de amor:



BASES


-Dirigido a los alumnos, profesores y familiares del IES Sancti Petri.

-El tema será el amor.

-Los textos se presentarán en forma de poema. A mano o a ordenador usando la fuente ARIAL 12 con espacio de 1’5.

-Extensión: Los textos deberán ocupar como mínimo, ocho versos y como máximo, veinte.

-Deberán entregarse a las profesoras de Lengua del centro hasta el lunes 16 de febrero, inclusive.

-Los familiares deberán reflejar el nombre del alumno del centro y su relación de parentesco con él.

-Se establecerá un premio para cada nivel: 1º ESO. 2º ESO, 3º ESO, 4º ESO, 1º BACHILLERATO, 2º BACHILLERATO, PROFESORES Y FAMILIARES.

-Los ganadores obtendrán un diploma y, en el caso de los alumnos, una invitación para dos personas en una pizzería (Dos pizas más dos refrescos). En el caso de profesores y familiares, el premio será sorpresa.


-La entrega de premios se realizará a final de la segunda evaluación durante el Recital de poesías del IES Sancti Petri, en el Salón de Actos del centro, el día 25 de marzo. Allí se leerán sus poemas, que además serán publicados en el Blog de la Biblioteca del centro.

Poemas para recitar

La Biblioteca del IES Sancti  Petri dedica esta evaluación a la poesía. Para ello hemos organizado un concurso de poemas de amor y empezamos a preparar un recital de poesías sobre el mismo tema, que tendrá lugar al final del trimestre. Podrán recitar los alumnos, profesores y familiares que así lo deseen. Para ayudaros a elegir vuestros textos aquí os dejamos una selección. También podéis sugerir otros que no están aquí. Si estás interesado, ponte en contacto con alguna profesora de Lengua. Deberás trabajar el poema y dedicar algún tiempo a ensayar.

¡A disfrutar de las palabras y de las emociones!

SOBRE EL AMOR

Pablo de Jerica

Tener con una idea
la mente divertida;
sentir su alma oprimida
con un grato dolor;
mirar a cada instante
su amado bien presente...,
es eso cabalmente
lo que se llama amor.

Dejar triste su amiga;
volver gozoso a hablarle;
y no poder tocarla
sin un violento ardor.
Llamarla a todas horas
mi vida, mi embeleso...,
precisamente es eso
lo que se llama amor.

Hallar un bien cumplido
en un favor ligero;
tener por  un mal fiero
cualquier pequeño error,
reír, llorar y hallarse
temiendo y esperando...,
esto es vivir pasando
la enfermedad del amor.

Reñir y hacer las paces,
volver a reñir luego,
mas no encontrar sosiego
hasta querer mejor;
y hallar en tiernos lazos
el premio apetecido...,
esto es y siempre ha sido
lo que se llama amor.



CANTOS RODADOS

José Bergamín

Yo quiero lo que tú quieres.
Tú quieres lo que yo quiero.
Y ninguno de los dos
sabemos lo que queremos.
Tú eres todo y eres nada.
Todo, si tu voz se enciende.
Nada, si tu voz se apaga.
¿Qué importa que el corazón
pueda tener sus razones
cuando no tiene razón?
Tu querer era mi muerte.
No lo quise saber
por no dejar de quererte.
No es que tú me hayas dejado,
es que te has ido de un sueño
en el que yo me he quedado.
Todos morimos de amor,
queriéndolo o sin quererlo.
Morir no es perder la vida:
morir es perder el tiempo.
 


AMOR ETERNO

Gustavo Adolfo Bécquer 

Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar:
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.


SI EL HOMBRE PUDIERA

Luis Cernuda

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido



VICEVERSA

Mario Benedetti
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte
tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte
tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte
o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa. 

¡OH CUÁL TE ADORO!

Carolina Coronado


¡Oh, cuál te adoro! Con la luz del día
tu nombre invoco, apasionada y triste,
y cuando el cielo en sombras se reviste
aún te llama exaltada el alma mía.
Tú eres el tiempo que mis horas guía,
tú eres la idea que a mi mente asiste,
porque en ti se encuentra cuanto existe,
mi pasión, mi esperanza, mi poesía.

No hay canto que igualar pueda a tu acento
cuando mi amor me cuentas y deliras
revelando la fe de tu contento;

tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras,
y quisiera exhalar mi último aliento
abrasada en el aire que respiras.


ME GUSTA CUANDO CALLAS

Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
  

CUANDO TE NOMBRAN…

Gloria Fuertes


Cuando te nombran, me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira que media docena de letras digan tanto.
Mi locura sería deshacer las murallas con tu nombre,
iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.
Mi locura sería enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada
como volverme loco y repetir tu nombre.
Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
- siempre dice lo mismo- dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre.
Los jueces y los santos no van a entender nada.
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.

               

APAISEMENT

Manuel Magallanes Moure

Tus ojos y mis ojos se contemplan
en la quietud crepuscular.
Nos bebemos el alma lentamente
y se nos duerme el desear.
Como dos niños que jamás supieron
de los ardores del amor,
en la paz de la tarde nos miramos
con novedad de corazón.
Violeta era el color de la montaña.
Ahora azul, azul está.
Era una soledad el cielo. Ahora
por él la luna de oro va.
Me sabes tuyo, te recuerdo mía.
Somos el hombre y la mujer.
Conscientes de ser nuestros nos miramos
en el sereno atardecer.
Son del color del agua tus pupilas:
del color del agua del amar.
Desnuda, en ellas se sumerge mi alma,
con sed de amor y eternidad.

TUS OJOS

Luis Martínez Kleiser


Nunca me dicen tus labios
lo que me dicen tus ojos,
que confiesan tus antojos,
o descubren tus agravios,
que me glosan tu dolor
o me infunden tu alegría,
que me lloran tu agonía
o me inundan de tu amor,

que me alumbran o me ciegan,
me curan o me maltratan,
me acarician o me matan,
me conceden o me niegan;
pero que, siempre locuaces,
me saben contar sinceros
tus exhortos más austeros
y tus sueños más audaces.

Tiene tus ojos el don
de alegrarme, entristecerme,
consolarme y conmoverme;
y es porque tus ojos son
ojos que saben hablar,
ojos que saben reír,
ojos que saben herir
y ojos que saben besar;
ojos que hielan o abrasan
y que, con nieve o con lumbre,
dan o quitan pesadumbre
por donde quiera que pasan…

                     

SOBRE LA FALDA TENÍA

Gustavo Adolfo Bécquer

Sobre la falda tenía
el libro abierto,
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros:
no veíamos las letras
ninguno, creo,
mas guardábamos ambos
hondo silencio.

¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo;
sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.


TU RISA

Pablo Neruda

Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace.

Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, por que tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.

Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.

Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.


AUSENCIA

Manuel Machado


No tienes quien te bese
tus labios de grana,
Ni quien tu cintura elástica estreche,
dice tu mirada.

No tienes quien hunda
Las manos amantes
en tu pelo hermoso, y a tus ojos negros
no se asoma nadie.

Dice tu mirada
que de noche, a solas,
suspiras y dices en la sombra tibia
las terribles cosas.
Las cosas de amores
que nadie ha escuchado,
esas que se dicen los que bien se quieren
a eso de las cuatro.

A eso de las cuatro
de la madrugada,
cuando invade un poco de frío la alcoba
y clarea el alba.

Cuando yo me acuesto,
fatigado y solo,
pensando en tus labios de grana, en tu pelo
y en tus ojos negros….

LA FORMA DE QUERER TÚ

Pedro Salinas


La forma de querer tú      
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos      
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,      
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,      
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo      
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti      
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,      
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.


LA DESPEDIDA

Gerardo Diego
       
Aquel día -estoy seguro-
me amaste con toda el alma.
Yo no sé por qué sería.
Tal vez porque me marchaba...
-Me vas a olvidar -dijiste-.
Ay, tu ausencia será larga,
y ojos que no ven... -Presente
has de estar siempre en mi alma.
              
-Ya lo verás cuando vuelva.
Te escribiré muchas cartas.
Adiós, adiós... Me entregaste
tu mano suave y rosada,
y, entre mis dedos, tu mano,
fría de emoción, temblaba.
...Sentí el roce de un anillo
como una promesa vaga...
Yo no me atreví a mirarte,
pero sin verte, notaba
que los ojos dulcemente
se te empañaban las lágrimas.
              
Me lo decía tu mano
en la mía abandonada,
y aquel estremecimiento
y aquel temblor de tu alma.

Ya nunca más me quisiste
como entonces, muda y pálida.
...Hacía apenas tres días
que eran novias nuestras almas.

RIMA LIII

Gustavo Adolfo Bécquer
   
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
        jugando llamarán.

Pero aquellas que el  vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
        ¡esas... no volverán!.

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
        sus flores se abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
        ¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
        tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
        ¡así... no te querrán!

DE ALGUNA MANERA

Luis Eduardo Aute

De alguna manera
tendré que olvidarte,
por mucho que quiera
no es fácil, ya sabes,
me faltan las fuerzas,
ha sido muy tarde
y nada más, apenas nada más.

Las noches te acercan
y enredas el aire,
mis labios se secan
e intento besarte.
¡Qué fría es la cera
de un beso de nadie!

Las horas de piedra
parecen cansarse,
y el tiempo se peina
con gesto de amante.
De alguna manera
tendré que olvidarte


POEMA XX

Pablo Neruda
      
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

      Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
      El viento de la noche gira en el cielo y canta.

       Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

       En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

       Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos!

       Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

       Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

       ¡Qué importa que mi amor no pudiera guardarla!
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

       Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

       Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

       La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

       Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

       De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

        Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

       Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

       Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

POEMA DE LA DESPEDIDA

José Ángel Buesa 


Te digo adiós y acaso te quiero todavía.
Quizá no ha de olvidarte pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... No sé si te amé poco.
Pero si sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós, y acaso con esta despedida
mi más hermoso sueño muere dentro de mi...
Pero te digo adiós para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.

SI TE OLVIDO


Víctor Manuel Miñano

Si te olvido, si un día te vas poco a poco
diluyendo en la sombra, perdiendo los pájaros
de mis ramas, si tu rostro se confunde
con el rostro de la nada, si una mañana  me levanto
y ya no estás, simplemente te has ido y ya no vuelves,
amor mío, y no recuerdo tu voz, qué tristeza.

Si acaso –no es posible- olvido que una vez me besaste
los labios, los aplomos y el miedo, dejaste para siempre
tu boca en mi lengua, tu caricia en mi abrazo, el futuro
tuyo en mi pasado. Digo, si olvido que ahora estoy
pensando en ti, en tu cálida brisa, que lloro un poco
todavía en la hora de la siesta, si olvido que te amo,

amor mío, si olvido que te estoy amando, qué muerte
tan poco habitable, qué apática costumbre en los recuerdos
me queda.

Sobra olvido hasta en algunos milagros
que hiciste siendo ayer o mañana, sobra olvido
en tu pelo, en tu garganta, en el libro que no quieres abrir
para olvidarme. Sobra olvido en las horas que paso
en silencio llamándote.

Si alguna vez te olvido, amor mío, si alguna vez
yo también me entrego al no recuerdo, claudico ante el asombro
de otra sonrisa inofensiva. Si alguna vez te amo
en otro nombre, déjame que construya, amor mío, mi vivienda
para siempre en una habitación de tu memoria.


PUEDE QUE HAYAS OLVIDADO MI VOZ

Víctor Manuel Miñano

Puede que hayas olvidado mi voz,
el hueco de mi barbilla al reírme o la forma
de cogerte las manos debajo de un portal
mientras estaba lloviendo. Puede, y es muy probable,
que hayas olvidado el ruido que hacía mi ropa
al caer en el suelo, que no recuerdes ya la torpeza
cuando cruzaba la calle asustado y tú mirabas
desde tu ventana sonriendo. Yo sé que te has mudado
a un barrio donde el sol no se equivoca de hora,
donde las cortinas existen y nadie les prende fuego
o hace con ellas un avión que no vuela.

Ahora no sabes que estoy hablando de ti y por eso
no amaneces cargada de malos presagios. Cada día
que pasa tengo la sospecha de que es el último
que tengo para verte y en las aceras no aparecen las huellas
lentas de tus pies desnudos. Merezco tal vez este silencio
por haber sido un hombre solitario, por quedarme atrapado
entre las hojas de un libro con un título muy largo.

Puede que tenga que dejar de decirte que te quiero,
que tenga que arañar con los dientes la niebla que existe
ante mis ojos. Pero esta noche creo que sé que tú también
me buscas, que sales a la calle vestida para mí
con un poema que te hice. Ahora no sabes que estoy
hablando de ti y por eso agachas la cabeza y tiemblas
un poco antes de que intente abrazarte desde tan lejos
de que pueble tu soledad con un beso tirado a ciegas.
  

 NO ME CULPES

Raquel Garzón


No me culpes:

vi luz en tu alma y entré...
Es cierto,
no toqué timbre.
no golpeé.
Supuse que esperabas mi llegada.
Lo siento.
Si prejuzgué,
fue sin mala intención.
Debes creerlo.
Como sea, estoy aquí:
Prepárate.



Si mes ves triste

Mario Benedetti

Si algún día me ves triste,

no me digas nada,
solo quiéreme.

Si me encuentras en la soledad de la oscura noche,
no me preguntes nada,

solo acompáñame.
Si me miras y no te miro,

no pienses nada,
compréndeme.

Si lo que necesitas es amor,
no tengas miedo,
ámame.

Pero si alguna vez
dejaras de quererme,
no me digas nada.

Recuérdame.



Táctica y estrategia.

Mario Benedetti

Mi táctica

es mirarte,
aprender cómo eres,
quererte cómo eres.

Mi táctica
es hablarte y escucharte,
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica
es quedarme en tu recuerdo,
no sé cómo, ni sé con qué pretexto,
pero quedarme en ti.

Mi táctica
es ser franco
y saber que eres franca,
y que no nos vendamos simulacros,
para que entre los dos
no haya telón ni abismos.

Mi estrategia
es en cambio más profunda
y más simple.

Mi estrategia
es que un día cualquiera,
no sé cómo,
ni sé con qué pretexto,
por fin me necesites.





Canción de un sueño.

José Ángel Buesa



Otra vez, esta noche,
vi tu mano en la mía.
Otra vez esta noche,
volví a soñar contigo. 

Yo, que no soy tu amante
ni siquiera tu amigo,
sino un hombre que pasa
bajo la luz del día.

Sin embargo, en la sombra,
donde el tiempo no existe,
se buscan nuestras almas.
No sé por qué.
Y despierto,
vagamente inconforme
de que no ha sido cierto,
triste de una tristeza
que no llega a ser triste.

Algo ocurre en la noche,
pero yo no lo digo.
Ni a ti, que nada sabes,
ni a ti te diré nada, 

pero al mirar tus ojos sabré,
por tu mirada,
si también, esta noche,
tú has soñado conmigo.



POEMA DEL RENUNCIAMIENTO 

José Ángel Buesa



Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas del mar,
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento
-el tormento infinito que te debo ocultar-
te diré sonriente: “No es nada...Ha sido el viento"
Me enjugaré la lágrima...¡y jamás lo sabrás!


Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos

Miguel Hernández      


Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos,
que son dos hormigueros solitarios,
y son mis manos sin las tuyas varios
intratables espinos a manojos..

No me encuentro los labios sin tus rojos,
que me llenan de dulces campanarios,
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando nardos y agostando hinojos.

No sé qué es de mi oreja sin tu acento,
ni hacia qué polo yerro sin tu estrella,
y mi voz sin tu trato se afemina.

Los olores persigo de tu viento
y la olvidada imagen de tu huella,
que en ti principia, amor, y en mí termina.

  

LLÉNALO DE AMOR

Amado Nervo

Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor, adolescente, joven, viejo: siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor.
En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío, ve a buscar amor.
No pienses; “Sufriré”
No pienses: “Me engañarán”
No pienses: “Dudaré”
Ve simplemente, diáfanamente, regocijadamente, en busca del amor.
¿Qué índole de amor? No importa: todo amor está lleno de excelencia y de nobleza.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas...PERO AMA SIEMPRE.
No te preocupes de la finalidad de tu amor. El lleva en sí mismo su finalidad.
No te juzgues incompleto porque no responden a tus ternuras; el amor lleva en si su propia plenitud.
Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor.



TODO O NADA

Vicente Garrido

Todo lo que tengo en la vida:
mi ternura escondida,
mi ilusión de vivir,
todo te lo diera contento,
porque tu pensamiento
no apartaras de mí.
Pero, como no me has querido
y lo que te he ofrecido
no te puede importar,
muere la esperanza que añoro
pues teniéndolo todo,
nada te puedo dar.


  
DOS GARDENIAS PARA TI

Antonio Machín

Dos gardenias para ti,
con ellas quiero decir

te quiero, te adoro,
mi vida.


Ponles toda tu atención
porque son tu corazón

y el mío.


Dos gardenias para ti,
que tendrán todo el calor

de un beso.
 De esos besos que te di
y que jamás encontrarás
en el amor de otro querer.


A tu lado vivirán
y te hablarán

como cuando estás conmigo
y hasta creerás

que te dirán te quiero.


Pero si un atardecer
las gardenias de mi amor

se mueren
es porque han adivinado

que tu amor se ha terminado
porque existe otro querer.




Canción de otoño


José Luis Perales

Cómo sopla el viento en las ventanas,

cómo llueve hoy.
Cómo está la calle de vacía,
cómo muere el sol.
Estos días grises del otoño
me ponen triste
y al calor del fuego de mi hoguera,
te recuerdo hoy.



Como arrastra el viento aquellas hojas,
como llueve hoy
y que torpe vuela por el cielo
ese gorrión.
Se han quedado mudos esos nidos
de golondrinas
y sentado al borde de la noche
te recuerdo hoy



Los paraguas pasan lentamente.
frente a mi balcón.
El reloj se escucha como siempre
en el comedor.
Estos días grises del otoño
me ponen triste
y al calor del fuego de mi hoguera,
te recuerdo hoy.



Te recuerdo hoy.
A ti, que eres mi vida entera,
la brisa de primavera, la claridad.
A ti, que sufres cuando me esperas
que miras a las estrellas
y que suspiras por mí.








NO SÉ TÚ

 Armando Manzanero

No sé tú,
pero yo no dejo de pensar.
Ni un minuto me logro despojar
de tus besos, tus abrazos,
de lo bien que la pasamos la otra vez.

No sé tú,
pero yo quisiera repetir
el cansancio que mi hiciste sentir
con la noche que me diste
y el momento que con besos construiste.

No sé tú,
pero yo te he comenzado a extrañar
en mi almohada no te dejo de pensar
con las gentes, mis amigos,
en las calles, sin testigos.

No sé tú,
pero yo te busco en cada amanecer
mis deseos no los puedo contener
en las noches cuando duermo
sí de insomnio, yo me enfermo.
Me haces falta, mucha falta.
No sé tú.


ME GUSTAS MUCHO

Juan Gabriel

Yo no he perdido la esperanza de tenerte
entre mis brazos y ese día he de llegar.
Desde hace mucho que me gustas y lo que
me gusta obtengo con toda seguridad

Yo no he perdido la esperanza de que algún
día tú me quieras y algún día me querrás.
Tarde o  temprano serás mío
y yo seré tuya algún día
y lo tengo que lograr

Que conste, amor, que ya te lo advertí,
que no descansaré hasta que seas mió no más, 
pues tu me gustas de hace tiempo,
mucho tiempo atrás

Me gustas mucho,  me gustas mucho tú
Tarde o  temprano seré tuya mió tú serás.



PARA QUE NO ME OLVIDES

Lorenzo Santa María


Para que no me olvides
y me recuerdes cuando estés lejos,
han sido mis caricias.
nuestros abrazos. nuestros besos.
Para que no me olvides
y esté presente en todos tus sueños,
te he dado mi cariño
que es lo mas caro y mejor que tengo.

Para que no me olvides
ni siquiera un momento
y sigamos unidos los dos
gracias a los recuerdos.

Para que no me olvides
y me dediques un pensamiento,
te llegaran mis cartas
que cada díadirán te quiero.
Para que no me olvides
y nuestro amor llegue a ser eterno
romperé las distancias
y detendré para siempre el tiempo.
  

PROCURO OLVIDARTE


Manuel Alejandro y Purificación García

Procuro olvidarte
siguiendo la ruta de un pájaro herido.
Procuro alejarme
de aquellos lugares donde nos quisimos.
Me enredo en amores
sin ganas, ni fuerzas, por ver si te olvido,
y llega la noche,
y de nuevo comprendo que te necesito.


Procuro olvidarte
haciendo en el día mil cosas distintas.
Procuro olvidarte
pasando y contando las hojas caídas.
Procuro cansarme
llegar a la noche apenas sin vida.
Al ver nuestra casa tan sola y callada
no sé lo que haría.



Lo que haría porque estuvieras tú,
porque siguieras tú conmigo.
Lo que haría por no sentirme así,
por no vivir así, perdido.




SANTA LUCÍA

Miguel Ríos

A menudo me recuerdas a alguien,
tu sonrisa la imagino sin miedo.
Invadido por la ausencia
me devora la impaciencia.
Me pregunto si algún día te veré.

Ya sé todo de tu vida y sin embargo
no conozco ni un detalle de ti.
El teléfono es muy frío,
tus llamadas son muy pocas.
Yo sí quiero conocerte y tú no a mí.

Por favor,
dame una cita.
Vamos al parque,
entra en mi vida,
sin anunciarte.
Abre las puertas,
cierra los ojos,
vamos a vernos,
poquito a poco.
dame tus manos,
siente las mías,
como dos ciegos,
santa lucía, santa lucía, santa lucía.

A menudo me recuerdas a mí.

La primera vez pensé se ha equivocado,
la segunda vez no supe qué decir,
las demás me dabas miedo,
tanto loco que anda suelto
y ahora sé que no podría vivir sin ti.


CONTAMÍNAME

Pedro Guerra

Cuéntame el cuento del árbol frágil y los desiertos;
de las mezquitas de tus abuelos.
Dame los ritmos de las argucas y los secretos,
que hay en los libros que yo no leo.

Cuéntame el cuento de las cadenas que te trajeron;
de los tratados y los viajeros.
Dame los ritmos de los tambores y los voceros,
del barrio antiguo y del barrio nuevo.

Cuéntame el cuento de los que nunca se descubrieron;
del Río Verde y de los boleros.
Dame los ritmos de los buzuquis y de los ojos negros,
de la danza quieta del hechicero.

Contamíname, pero no con el humo que asfixia el aire,
ven, pero si con tus ojos y con tus bailes.
Ven, pero no con la rabia y los malos sueños,
Pero sí con los labios que anuncian besos.
Contamíname, mézclate conmigo,
que bajo mi rama tendrás abrigo.
Contamíname, mézclate conmigo,
que bajo mi rama tendrás abrigo.
  

Canción de un sueño

José Ángel Buesa


Otra vez, esta noche,
vi tu mano en la mía.
Otra vez esta noche,
volví a soñar contigo. 

Yo, que no soy tu amante
ni siquiera tu amigo,
sino un hombre que pasa
bajo la luz del día.

Sin embargo, en la sombra,
donde el tiempo no existe,
se buscan nuestras almas.
No sé por qué.
Y despierto,
vagamente inconforme
de que no ha sido cierto,
triste de una tristeza
que no llega a ser triste.

Algo ocurre en la noche,
pero yo no lo digo.
Ni a ti, que nada sabes,
ni a ti te diré nada, 

pero al mirar tus ojos sabré,
por tu mirada,
si también, esta noche,
tú has soñado conmigo.



 ME CUESTA TANTO OLVIDARTE

José Mª Cano


Entre el cielo y el suelo hay algo
con tendencia a quedarse calvo
de tanto recordar.
Y ese algo, que soy yo mismo,
es un cuadro de bifrontismo
que sólo da una faz.


La cara vista es un anuncio de signal.
La cara oculta es la resulta
de mi idea genial de echarte.
Me cuesta tanto olvidarte.
Me cuenta tanto olvidarte.
Me cuesta tanto…


Olvidar quince mil encantos es
mucha sensatez.
Y no sé si seré sensato,
lo que sé es que me cuesta un rato
hacer las cosas sin querer.


Y aunque fui yo quien decidió
que ya no más,
y no me cansé se jurarte
que no habrá segunda parte,
me cuesta tanto olvidarte.
Me cuesta tanto olvidarte.
Me cuesta tanto...


ALMA, CORAZÓN Y VIDA

Adrián Flores Alván

Recuerdo aquella vez que yo te conocí,
recuerdo aquella tarde,
pero ni me acuerdo de cómo te vi.
Pero si te diré que yo me enamoré
de esos tus lindos ojos y tus labios rojos
que no olvidaré.
Oye esta canción que lleva
alma, corazón y vida.
Esas tres cositas nada más te doy.
Porque no tengo fortuna,
esas tres cosas te ofrezco:
Alma, corazón y vida y nada más.
Alma para conquistarte,
corazón para querete
y vida para vivirla junto a ti.




ESTA TARDE VI LLOVER

Armando Manzanero

Esta tarde vi llover
vi gente correr y no estabas tú.
La otra noche vi brillar
un lucero azul y no estabas tú.
La otra tarde vi que un ave enamorada
daba besos a su amor ilusionada
y tú no estabas.
Esta tarde vi llover
vi gente correr y no estabas tú.
El otoño vi llegar, al mar oí cantar
y no estabas tú.
Yo no sé cuánto me quieres,
si me extrañas o me engañas.
Solo sé que vi llover,
vi gente correr
y no estabas tú.




SI TÚ ME DICES VEN

Zacarías Ferreira

Si tú me dices ven,
lo dejo todo.
Si tú me dices ven,
será todo para ti.
Mis momentos más ocultos,
también te los daré.
Mis secretos, que son pocos,
serán tuyos también.

Si tú me dices ven,
todo cambiará.
Si tú me dices ven,
habrá felicidad.
Si tú me dices ven.
Si tu me dices ven.

No detengas el momento
por la indecisiones,
para unir alma con alma,
corazón con corazón-
Reír contigo ante cualquier dolor,
llorar contigo, llorar contigo,
será mi salvación.

Pero si tú me dices ven,
lo dejo todo.
Que no se te haga tarde
y te encuentres en la calle
perdida, sin rumbo y en el lodo.
Si tú me dices ven,
lo dejo todo.



EL DÍA QUE ME QUIERAS

Carlos Gardel

Acaricia mi ensueño
el suave murmullo de tu suspirar.
¡Cómo ríe la vida
si tus ojos negros me quieren mirar!
Y si es mío el amparo
de tu risa leve,
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida.
¡Todo, todo se olvida..!

El día que me quieras
la rosa que engalanas
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Al viento las campanas
dirán que ya eres mía
y locas las fontanas
me contarán tu amor.

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá...
¡que eres mi consuelo..!

Recitado:
El día que me quieras
no habrá más que armonías,
será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodías
y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor,
florecerá la vida,
no existirá el dolor...

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá... ¡que eres mi consuelo!




Cómo quisiera decirte

Víctor Manuel

Cómo quisiera decirte
algo que llevo aquí dentro,
clavado como una espina.
Y así va pasando el tiempo,
sin atinar a decirte
lo que a diario estoy sintiendo
por temor quizás a oírte
cosas que oírte no quiero.
Cómo quisiera decirte
que cuando contemplo el cielo
tu estrella me va diciendo
cómo me faltan tus besos.
Cómo quisiera decirte
que me escuches un momento
para quitarme del pecho
esto que me está oprimiendo.
Cómo quisiera decirte
que eres mi amor, mi lucero
que de sentirte tan lejos
de a poco me estoy muriendo,
que quiero que estés conmigo
como en un final de cuentos.
Cómo quisiera decirte
decirte cuánto te quiero.
Cómo quisiera decirte
que estoy muriendo por ti.
Cómo quisiera decirte
que así no puedo vivir.
Cómo quisiera decirte
cómo te extraño, te deseo,
que te pienso,
que te sueño con el alma.
Cómo te extraño.
Me estás robando la calma.
Que te quiero, eso te quiero decir.
Que paso la noche en vela
y es pensando sólo en ti.
Que te quiero, eso te quiero decir.
Sabes, vida mía, que muero por ti.
Eso solamente te quiero decir.
Quisiera decirte, déjame decirte
lo que llevo aquí muy dentro.
Quisiera decirte
la daga en mi corazón
me está matando en silencio
Quisiera decirte, quisiera decírtelo
Quisiera decirte, yo me muero por tus besos
Quisiera decirte, yo me muero por tu amor.




La Fuerza Del Corazón

Alejandro Sanz


Mírame, en nada me consigo concentrar,
ando despistado, todo lo hago mal.
Soy un desastre y no sé que está pasando.
Me gustas a rabiar, yo te deseo, me llegas a desesperar.
Es tan grande lo que siento por ti que tenerte no bastará.
¿Qué es esto que me invita a vivir, que me da la ilusión?
¿Qué será esa fuerza que a todos nos une de dos en dos?
Será la fuerza del corazón... 



Hace que te abrace y los cuerpos lleguen a estorbar.

Tiemblo sólo con la idea de rozar
tus labios llenos de besos nuevos.
No puedo dormir, robas mi tranquilidad.
Alguien ha bordado tu cuerpo con hilos de mi ansiedad.
De cinturón tus piernas cruzadas, en mi espalda un reloj,
donde tus dedos son las agujas y dan cuerda a este motor
que es la fuerza del corazón.



Y es la fuerza que te lleva, que te empuja y que te llena,
que te arrastra y que te acerca a Dios.
Es un sentimiento, casi una obsesión,
si la fuerza es del corazón.
Es algo que te lía, una descarga de energía
que te va quitando la razón,
te hace tropezar, te crea confusión,
seguro que es la fuerza del corazón,
es algo que te lleva.



CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS

Roberto Livi

Cómo han pasado los años,
cómo han cambiado las cosas,
y aquí estamos lado a lado,
como dos enamorados,
como la primera vez.
Cómo han pasado los años.
¡Qué mundos tan diferentes!
Y aquí estamos frente a frente,
como dos adolescentes,
que se miran sin hablar.

Si parece que fue anoche,
que bailamos abrazados,
y juramos un te quiero,
que nos vimos por entero,
y en secreto murmuramos,
nada nos va a separar.

Cómo han pasado los años,
las vueltas que dio la vida.
Nuestro amor siguió creciendo,
y con él, nos fue envolviendo.
Habrán pasado los años,
pero el tiempo no ha podido,
hacer que pase lo nuestro.



¿POR QUÉ TE VAS?

José Luis Perales

Hoy en mi ventana brilla el sol
y el corazón, se pone triste
contemplando la ciudad.
¿Por qué te vas?

Como cada noche desperté
pensando en ti
y en mi reloj todas las horas vi pasar.
¿Por qué te vas?

Bajo la penumbra de un farol
se dormirán todas las cosas
que quedaron por decir.
Se dormirán.

Junto a las manillas de un reloj,
esperarán todas las horas
que quedaron por vivir.
Esperarán.

Todas las promesas de mi amor
se irán contigo.
Me olvidarás, me olvidarás.
Como cada noche lloraré,
igual que un niño.
¿Por qué te vas?
¿Por qué te vas?



TODA UNA VIDA

Antonio Machín

Toda una vida me estaría contigo.

No me importa en qué forma
ni cómo, ni dónde, pero junto a ti.
Toda una vida te estaría mimando,
te estaría cuidando como cuido mi vida
que la vivo por ti.


No me cansaría de decirte siempre,
pero siempre, siempre,
que eres en mi vida
ansiedad, angustia y desesperación.



Toda una vida me estaría contigo,
no me importa en qué forma,
ni cómo, ni dónde, pero junto a ti.


ASÍ ESTOY YO

Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,

oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso...,
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.

Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.

Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.

Joaquín Sabina


AUNQUE NO SEA CONMIGO

Enrique Bunbury
  
A placer,
puedes tomarte el tiempo necesario,
que por mi parte yo estaré esperando
el día en que te decidas a volver
y ser feliz como antes fuimos.

Sé muy bien
que, como yo, estarás sufriendo a diario
la soledad de dos amantes que, al dejarse,
están luchando cada quien por no encontrarse.

Y no es por eso
que haya dejado de quererte un solo día.
Estoy contigo aunque estés lejos de mi vida
por tu felicidad,
a costa de la mía

Pero si ahora tienes
tan solo la mitad del gran amor
que aún te tengo
puedes jurar que al que te tiene lo bendigo.
Quiero que seas feliz,
aunque no sea conmigo.




EL SIETE DE SEPTIEMBRE

Nacho Cano

Parece mentira
Que, después de tanto tiempo
rotos nuestros lazos,
sigamos manteniendo la ilusión
en nuestro aniversario.

La misma mesita
que nos ha visto amarrar
las manos por debajo
cuida que el rincón de siempre
permanezca reservado.

Y aunque la historia se acabó,
hay algo vivo en ese amor,
que aunque empeñados en soplar,
hay llamas que ni con el mar.

Las flores de mayo
poco a poco cederán
a las patas de gallo
y nos buscaremos con los ojos
por si queda algo.

El siete de septiembre
es nuestro aniversario
y no sabemos si besarnos
en la cara o en los labios.
El siete de septiembre
es nuestro aniversario.



EL DÍA QUE ME QUIERAS

Carlos Gardel

Acaricia mi ensueño
el suave murmullo de tu suspirar.
¡Cómo ríe la vida
si tus ojos negros me quieren mirar!
Y si es mío el amparo
de tu risa leve,
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida.
¡Todo, todo se olvida..!

El día que me quieras
la rosa que engalanas
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Al viento las campanas
dirán que ya eres mía
y locas las fontanas
me contarán tu amor.

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá...
¡que eres mi consuelo..!

Recitado:
El día que me quieras
no habrá más que armonías,
será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodías
y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor,
florecerá la vida,
no existirá el dolor...

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá... ¡que eres mi consuelo!