Por si os sirve, os dejamos un ejemplo de microrrelato que cumple las bases del certamen organizado por la Biblioteca
MERCEDES
Se dio la vuelta y vio qué pasaba, ya nada era como
antes. Se enjugó una lágrima que luchaba por deslizarse por su mejilla, tragó
saliva, respiró hondo y salió por la puerta de su despacho. Mañana se
levantaría tarde, iría al mercado, compraría una hermosa merluza y la pondría
al horno para sorprender a los suyos. Al día siguiente pasearía por la playa y
al otro embarcaría en un crucero por el Mediterráneo.
Detrás dejaba una vida
junto a ellos, dejaba a Lola que tantas alegrías le dio, y a Pedro al que le
costó tanto sacar hacia adelante, dejó a Yanira y a Roberto, y,… Ahora ya no se
sometería a la dictadura del despertador, ni tendría que solucionar conflictos.
Tampoco sentiría ese cariño inocente y
cálido; sin embargo, le daba igual,
porque ella lo había tenido, lo llevaba dentro para siempre. Hoy que cumplía
sesenta años, el mismo día que dejaba la tiza, la pizarra y los pasillos llenos
de alumnos, se sentía afortunada de
poder haber pasado tanto tiempo jugando al cole